6/13/2008

La vida en cien palabras – El cuerpo

Estructura flexible. Templo y envase. Revoltijo de células insurrectas. Albergue de órganos silenciosos que se aplican a sus funciones como obedientes soldados. Manojo de huesos y músculos y tendones y nervios y arterias. Vehículo y canal. Territorio inconmensurable del alma o cárcel en la que, enjaulado entre costillas, el corazón sobrevive. Límite entre lo privado y lo público, entre el adentro y el afuera con la piel como delicada armadura. Lugar del dar y del recibir, allí donde el intercambio se concreta en un abrazo. Entero, perfecto, autónomo y, aún así, en la eterna búsqueda de hacerse uno con otro.

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