En un cuarto –vacío, pequeño, cuatro paredes
cubiertas de tela verde–
un hermoso candelabro arde cálidamente;
y en su ardor, cada una de nuestras pasiones
arde también con violenta lascivia.
En el pequeño cuarto, donde brilla el
vívido fuego del candelabro,
la luz es única
No es para cuerpos tímidos
la voluptuosidad de estas llamas.
2 comentarios:
Al Sr. Konstantinos lo conocía solo de nombre, y nunca había leído nada suyo. Pero visto lo visto, este poemita dice mucho en pocas palabras.
Lástima, de verdad, que la poesía esté tan alejada del gran público y que apenas encuentres nada en las librerías... ¿qué razón habrá?
"la luz es únicaNo es para cuerpos tímidosla voluptuosidad de estas llamas"
AMEN
la extraño años.
abrazos + que siderales.
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