Y te subís al colectivo
como hacés todo
como si cualquier cosa
y la ves ahí sentada
y el tiempo sobreviene
y pesa
y en sus ojos gastados
están los tuyos
y en su pelo revuelto
hay rastros
de una tarde tan vieja
que ya no podés contarla
y ella te mira
y sabe
y vos la mirás
y sabés
y los dos saben
y en ese cruce de miradas
hay dos historias diferentes
del mismo adiós
sin palabras.
2 comentarios:
Y en ese cruce de miradas...un mundo
;)
Los autobuses, el metro, el tren... tienen esa magia... Si vas andando por la calle la visión fugaz del que te cruzas, o la espalda del que sigues, no permite mucho... pero esos "colectivos" (qué nombre tan bien puesto), permiten "entretenernos" en leer el rostro de nuestros compañeros de viaje.
Un saludo rendido de admiración (con permiso de Juana, claro, a la que también remito un saludo y cruce de miradas afectuoso)
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