11/20/2010

Cambra CC

Requiere mucho tiempo que pasamos entre charlas, mates y una dosis de incertidumbre por lo que puede sucederle a nuestras piezas dentro del horno gracias al misterio insondable de la vitrificación del esmalte. 
Siempre con las manos metidas en alguna sustancia cuyo aspecto es, por lo menos, desagradable. 
Siempre con humor y entusiasmo. 
Siempre con nuevas ideas.
De estar con nosotras, nuestra abuela Angelina hubiese dicho: ¡Tanto que hacer y tan poco tiempo!

1 comentario:

Orson Díaz dijo...

Me gustan mucho. Muchísimo. Toda la merde para el emprendimiento!