¿Cuánto tiempo durará el novedoso tono conciliador del oficialismo en la campaña? (Mientras el Jefe de Gabinete y cuarto candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires, Sergio Massa, habla en la televisión como si fuese una maestra de sala rosa, me da la sensación de que a Néstor Kirchner, ex presidente y primer candidato por el mismo distrito, lo tienen en Olivos atado a una silla como Ulises se hizo atar al mástil del barco para poder escuchar el canto de las sirenas)
¿Cuánto tiempo podrá permanecer la tercera candidata a diputada por la Capital Federal, Elisa "Lilita" Carrió sin citar el Antiguo Testamento ni hacer alguna denuncia o predecir el Apocalipsis?
¿Cuánto tiempo podrán sostener los candidatos del PROperonismo Felipe Solá y Francisco de Narváez, y el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, la precaria convivencia que establecieron con miras a las elecciones? (En Barrio Parque, los matrimonios mal avenidos terminan con ceniceros voladores, si no, pregúntenle a Huberto Roviralta)
¿Cuánto tiempo mantendrá la clase dirigente argentina su forzada sonrisa frente a la cruda parodia del programa de Marcelo Tinelli? (Hasta ahora el único que sugirió un cambio de rumbo para proteger a la primera mandataria –"ponerla a un costadito"– fue el inefable Aníbal Fernández)
¿Cuánto tiempo podrán alimentar los resucitados radicales la ilusión de que el espíritu de Raúl Alfonsín los ilumina? (Son notables los esfuerzos de su hijo Ricardo para parecerse al fallecido ex presidente)
¿Cuánto tiempo tolerará la tercera candidata a diputada del oficialismo por la Provincia de Buenos Aires la ardua tarea de ser Evita, peronista, pacifista, rebelde e inconformista a tiempo completo? (Y, para completarla, recitando la letra de Imagine de John Lennon)
Hasta el 28 de junio hay tiempo de que estas forzadas máscaras –seguramente sugeridas por los asesores en comunicación con las encuestas a la vista– se caigan. Esperemos que no suceda después, como le pasó al presidente que iba a ser el médico, el policía, el maestro y el bombero de todos los argentinos y, en cambio, terminó saliendo de la Casa de Gobierno en helicóptero para nunca más volver.
¿Cuánto tiempo podrá permanecer la tercera candidata a diputada por la Capital Federal, Elisa "Lilita" Carrió sin citar el Antiguo Testamento ni hacer alguna denuncia o predecir el Apocalipsis?
¿Cuánto tiempo podrán sostener los candidatos del PROperonismo Felipe Solá y Francisco de Narváez, y el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, la precaria convivencia que establecieron con miras a las elecciones? (En Barrio Parque, los matrimonios mal avenidos terminan con ceniceros voladores, si no, pregúntenle a Huberto Roviralta)
¿Cuánto tiempo mantendrá la clase dirigente argentina su forzada sonrisa frente a la cruda parodia del programa de Marcelo Tinelli? (Hasta ahora el único que sugirió un cambio de rumbo para proteger a la primera mandataria –"ponerla a un costadito"– fue el inefable Aníbal Fernández)
¿Cuánto tiempo podrán alimentar los resucitados radicales la ilusión de que el espíritu de Raúl Alfonsín los ilumina? (Son notables los esfuerzos de su hijo Ricardo para parecerse al fallecido ex presidente)
¿Cuánto tiempo tolerará la tercera candidata a diputada del oficialismo por la Provincia de Buenos Aires la ardua tarea de ser Evita, peronista, pacifista, rebelde e inconformista a tiempo completo? (Y, para completarla, recitando la letra de Imagine de John Lennon)
Hasta el 28 de junio hay tiempo de que estas forzadas máscaras –seguramente sugeridas por los asesores en comunicación con las encuestas a la vista– se caigan. Esperemos que no suceda después, como le pasó al presidente que iba a ser el médico, el policía, el maestro y el bombero de todos los argentinos y, en cambio, terminó saliendo de la Casa de Gobierno en helicóptero para nunca más volver.
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