6/18/2009

Lo que queda del debate

El acelere de Michetti. La mano de sus asesores en comunicación fue una mano de bleque: todo el tiempo habló como en un comercial de campaña, con frases demasiado prefabricadas, apostando al efecto, recitando.
La falta de carisma de Pray Gay. La empatía es una batalla que ya parece perdida. Duda cuando habla. Se equivoca cuando lee. El resultado final es "este chico da inseguro" (con énfasis en "chico" y en "inseguro").
Los latiguillos de Solanas. Es coherente con la minería, los glaciares, el petróleo. Hasta que se le sale la cadena y empieza a derrapar.
Los cartones de Heller. Los números del crecimiento en tamaño catástrofe y la catástrofe real de que esos números no los cree nadie.
Una ciudad desdibujada, en algunos casos ingenuamente ideal, casi siempre ausente.
El cuestionamiento sobre los modelos y las gestiones que sólo refuerza la idea de estas elecciones como juicio que castigue la incapacidad de la dirigencia política.
Un intercambio pobre, a veces mezquino, sin espíritu constructivo, sin sentido del futuro.
¿Propuestas? Gracias, paso.

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