9/17/2009

Semestre de desatinos

Unos tres meses atrás, un conocido periodista expresaba en su blog la preocupación por el resultado de las inminentes elecciones legislativas. Dejé un comentario en el cual le decía que a mí no me preocupaba tanto el resultado como el largo período que tendríamos que transitar hasta que se produjera el recambio.
No me refería sólo a las flagrantes manipulaciones del oficialismo en pos de sanciones relámpago. Pensaba también que la oposición tendría un pobre desempeño e imaginaba que los representantes de intereses corporativos instrumentarían una estrategia de ataque aún más agresiva.
Lo que nunca pensé fue que vería tanto debate estéril y tanta mezquindad. Tanta falsa invocación a valores, derechos y principios.
No se me ocurrió que presenciaría el espectáculo deprimente de las quejas ñoñas –"señorita, señorita, ese nene me sacó la goma"– o el descarado lobby pro "monopolio" de algunos diputados opositores.
No creí que un gobierno que se autoproclama defensor de la calidad institucional y que no pierde oportunidad de execrar la dictadura, continuara apelando a subterfugios lindantes con la ilegalidad, a metáforas bélicas y a un lenguaje profundamente violento.
No vislumbré que el control abusivo y mentiroso que se viene ejerciendo sobre la información estadística se extenderia a otras áreas. Ni que algunos medios masivos serían tan indisimuladamente parciales –en uno u otro sentido–, al punto de producir información tendenciosa y poco creíble, poniendo a lectores, oyentes y televidentes en el lugar de idiotas.
Sí advertí –y lo dije– que la lucha entre intereses sectoriales no sólo ignora las necesidades de la ciudadanía sino que, además, la expulsa de la discusión.
¿Cuánto tiempo le llevará a la Argentina corregir los efectos nefastos de este semestre de desatinos?
Con grandes poderes económicos heridos y en busca de revancha, con un gobierno de enceguecida persistencia en el autoritarismo y la soberbia, con una oposición que está a la –escasa– altura del oficialismo, seguramente mucho.

No hay comentarios.: