Ana tiene un marido que la adora, por eso es celoso, tanto que a veces le da un cachetazo cuando ella balbucea frente a sus preguntas, pero la culpa es de ella porque se abatata.
Florencia tiene un novio que a veces pierde el control y la insulta, pero no es culpa de él, es porque tuvo una vida difícil.
Juana tiene una mamá que la pone en penitencia cuando no se saca diez en el colegio, pero no es que su mamá sea mala, es que quiere que le vaya bien.
Mercedes tiene un jefe que siempre está disconforme con su trabajo y todo el tiempo la amenaza con echarla, pero no lo hace de malo, lo que pasa es que es un hombre muy ocupado y con muchos problemas.
Marcela tiene un hijo con mucho carácter; cuando no le gusta la comida, da vuelta el plato sobre la mesa y le dice que vaya a aprender a cocinar, pero es bueno, sólo que ahora está nervioso porque no consigue trabajo.
Hoy, 25 de noviembre, es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Sin peros.
Florencia tiene un novio que a veces pierde el control y la insulta, pero no es culpa de él, es porque tuvo una vida difícil.
Juana tiene una mamá que la pone en penitencia cuando no se saca diez en el colegio, pero no es que su mamá sea mala, es que quiere que le vaya bien.
Mercedes tiene un jefe que siempre está disconforme con su trabajo y todo el tiempo la amenaza con echarla, pero no lo hace de malo, lo que pasa es que es un hombre muy ocupado y con muchos problemas.
Marcela tiene un hijo con mucho carácter; cuando no le gusta la comida, da vuelta el plato sobre la mesa y le dice que vaya a aprender a cocinar, pero es bueno, sólo que ahora está nervioso porque no consigue trabajo.
Hoy, 25 de noviembre, es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Sin peros.
3 comentarios:
muy buen texto (Y)
Es verdad, así tratamos a las mujeres en pleno siglo XXI, qué verguenza!
Ana, Florencia, Juana, Mercedes y Marcela toleran y eligen a hombres agresivos por algún motivo que se relaciona con su infancia.
¿Saben cuántas mujeres dejan a sus esposos cuando dejan de golpearlas?
¿Algún día vamos a hablar de eso? ¿O seguiremos con la simpleza políticamente correcta de víctimas y victimarios?
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