4/09/2008

Temas intrascendentes

Desde hace un tiempo, buena parte de la sociedad se regocija en la banalización de la existencia. El resto –tal vez mucho menos numeroso– se rasga las vestiduras considerándose apenas un testigo, calificado pero no contaminado, de semejante espectáculo. Mientras tanto, lo que queda entre la fiesta superficial y las voces admonitorias es la posibilidad de una reflexión acerca de la realidad que, como todo lo que está sucediendo, no es ni bueno ni malo sino simplemente lo que está sucediendo.
Están, entonces, los que no quieren pensar cosas importantes y los que viven pensando cosas importantes. Los que le sacan el cuerpo a los cuestionamientos y los que todo lo cuestionan. Los que consumen basura mediática y los que sólo consumen cultura. Los reaccionarios y los progresistas. Los que se sumergen con placer en la profundidad y los que cultivan sin reparos la trivialidad. Esta furiosa asignación de etiquetas y categorías abre un abismo al que tanto un grupo como el otro evita asomarse. (Ahorro el festival de comillas que todo este párrafo merecería)
Una verdadera pena, porque de vez en cuando a todos nos viene bien un rato de esparcimiento sin pretensiones y a todos también nos viene bien de vez en cuando intentar pensamientos que estén por fuera de los circuitos habituales.
La profundidad de una reflexión no está garantizada por la complejidad del tema abordado. Hay infinidad de ejemplos de que cuestiones menores pueden inspirar pensamientos sublimes y, del mismo modo, cuestiones sublimes pueden provocar pensamientos muy pero muy menores.
En suma, no es descartable la realidad sino el lugar que se elige para hablar de ella, y no es intrascendente un tópico sino lo que se dice de él. Es que no hay temas inabordables ni tampoco otros que no merezcan ser tratados. Hay solamente miradas, más o menos originales e interesantes, acerca de los acontecimientos. Y el secreto reside en cómo cada mirada construye hipótesis sobre las cosas; en qué punto se ubica para dibujar una perspectiva; de qué forma interroga a esa realidad.

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