Y, sí... Porque por más palabras bonitas con que lo quieran disfrazar, están más preocupados –todos y todas– por atornillarse a los sillones y que no se les falsee la rosca que por la realidad que nos circunda.
Desdoblamientos utilitarios se contrarrestan con adelantamientos no menos utilitarios. Y la argumentación para justificarlos se zambulle de cabeza en lo burdo. Encima, la mayor parte de los que se oponen a esa manipulación, lo hacen con palabras grandilocuentes y tremendistas que, lejos de poner las cosas claras, contribuyen a la confusión general.
A la dirigencia política argentina le falta grandeza. Pero como no vinieron de un repollo ni se bajaron de un objeto volador no identificado (aunque a veces se suben a objetos voladores identificados), sino que son parte de la ciudadanía (alguna vez no fueron funcionarios sino simples mortales), no me queda más remedio que inferir que a los argentinos nos falta grandeza.
¿A nadie se le ocurre pensar que desde la mezquindad es imposible construir una República?
Desdoblamientos utilitarios se contrarrestan con adelantamientos no menos utilitarios. Y la argumentación para justificarlos se zambulle de cabeza en lo burdo. Encima, la mayor parte de los que se oponen a esa manipulación, lo hacen con palabras grandilocuentes y tremendistas que, lejos de poner las cosas claras, contribuyen a la confusión general.
A la dirigencia política argentina le falta grandeza. Pero como no vinieron de un repollo ni se bajaron de un objeto volador no identificado (aunque a veces se suben a objetos voladores identificados), sino que son parte de la ciudadanía (alguna vez no fueron funcionarios sino simples mortales), no me queda más remedio que inferir que a los argentinos nos falta grandeza.
¿A nadie se le ocurre pensar que desde la mezquindad es imposible construir una República?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario