De vez en vez
una música me toca.
Se tensan mis cuerdas,
vibran mis parches
y un enérgico soplido
se cuela entre mis células.
De tanto en tanto
mis vértebras respiran
acariciadas por un son,
mis órganos reverberan
y mi alma entona
una canción silenciosa.
De vez en vez
soy instrumento
al que la música vuelve
como la nube vuelve al lago,
la lagartija a su madriguera
y el viento a ningún lugar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario