Se mira en el espejo,
se regala una sonrisa
y se invita a jugar,
cómplice de sí misma.
Intenta con el rojo,
el negro,
el morado,
acusar las líneas,
rellenar las curvas,
pintar sobre lo ya pintado.
Un moño en la cabeza,
un collar, pendientes
y pulseras
dibujan personajes.
Es la misma que
se mira mirarse.
Es la que se prepara
para una fiesta.
Para salir a trabajar.
La que espera
a un imaginario marido.
Es ella.
Es otra.
Es todas.
Es el futuro
que ensaya
en el tocador de mamá.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario