5/14/2007

Indecible aurora

Me quedé sin palabras para contar la aurora.
Me abandonaron los nombres de los colores,
el arte para describir el aire filoso,
el implacable tránsito de la moneda
candente que devora nubes;
el súbito silencio que rodea
su desprendimiento del horizonte;
el cruce de los pájaros,
la placidez del agua,
la quietud de los árboles,
la ausencia de viento,
el despertar.
Pero mientras busco las palabras
la aurora, inexorable, pasa.
Y entonces sólo me queda la huella
de un instante, como brisa sobre la piel,
como un velo en la mirada,
como el eco lejano de voces infantiles,
como una caricia.

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